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Las palabras se quedan cortas para expresar la pena y consternación de lo que sentimos en estos momentos. La muerte violenta de George Floyd, a plena luz del dÃa y frente a todos nosotros, llena nuestros corazones con la pesadez del desastre. Otra vez no, por favor, no otra vez. El Taller Puertorriqueño se una en solidaridad a los movimientos comunitarios que promueven justicia para todos y que crean presión para lograr cambio.  Â
Esto no es sobre un solo incidente. Responde a una larga lÃnea de personas de color, negros y de todos los colores, que algunos nos perciben como inferiores, y que por esa percepción errónea, sufrimos injusticia e indignidad. Es sobre asesinatos en manos de policÃas, y de un sistema de justicia criminal que sólo responde cuando la evidencia contundentemente demuestra que la historia âoficialâ habÃa convenientemente representado los hechos erróneamente, como en el caso de Ahmaud Arbery. Es sobre la violación de derechos humanos a manos de aquellos que profesan mantenernos seguros.
Esta carga cumulativa resulta en el justificado coraje que ha conducido a los eventos que hemos estado presenciando, o en los que hemos participado. Pero, no debemos caer, una vez mas, en la trampa de aceptación, ni de culpar la vÃctima.
Tal parece que muchos grupos, además de los que demuestran pacÃficamente, son individuos que realmente no participan en estas por su deseo de justicia. O quizá son individuos con sus propias agendas escondidas, incluyendo desacreditar y disrumpir las demostraciones. Estos causan división y destrucción utilizando el vandalismo y el saqueo. Para unirnos a este momento, necesitamos los hechos, no la confusión creada por reportajes inmediatos llenos de preconcepciones, a veces por reporteros y algunos de nuestros âlÃderesâ. Y lo que necesitamos en este momento es acción no comportamientos destructivos.
Comunidades informadas, equitativas e inclusivas que participan en el proceso son elementos esenciales para una verdadera democracia. La muerte de George Floyd en Minneapolis es una terrible afronta a ese ideal. La democracia es difÃcilâ y esta semana nos recuerda cuán compleja y cuesta arriba verdaderamente es. Y la democracia depende de nuestro esfuerzo y convicción de hacer lo mejor que podamos.
A pesar de la historia de promesas polÃticas vacÃas, muchos han estado trabajando y continúan trabajando para construir mejores comunidades, ciudades, paÃses y un mundo mejor.
Por eso debemos:
- PacÃficamente protestar contra la injusticia
- Escoger lÃderes que promuevan valores democráticos y comprometidos con la justicia social
Integrar las artes como un vehÃculo para el cambio social
Nuestra resolución es responder a estas expresiones de coraje justificado con medidas determinadas y proactivos hacia los muy necesarios cambios sistémicos.â¯
El Taller se solidariza con otros para demandar cuentas a los violadores de los derechos humanos y que creen y promover la justicia social como el camino para salir adelante.
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